Asesinato del demonio


Te pedimos por un momento que reflexiones sobre una cuestión en particular. Como seres humanos, nos encantan los finales felices; es más nos aventuramos a decir que a lo mejor, estamos biológicamente creados para ello. 

Sí es enserio, fíjate. En las películas por ejemplo. Nos encanta que el villano pierda. Que el héroe de la cinta, gane (por su puesto) y aunque solo sea para salir de esa rutina de querer siempre el mejor final, soportamos un final trágico. 

Y si vamos más allá no solo suceden en las películas de superhéroes; en las de terror también. 

Si no mira a Freddy, Jason, ¿no te gusta que siempre ganen el uno o el otro? A nosotros sí. 

De nuevo te planteamos otra pregunta: 

¿Y sí, el final de "para siempre" no durase mucho? ¿Qué sucedería entonces? 



Corrían los primeros días del año 1981, en Brookfield, Connectucut; y todo el condado celebraba su día 193 sin registrarse un homicidio en todo el condado. Pero la felicidad duraría muy poco.

Por la tarde, temprano, un 16 de febrero de ese mismo año, Arne Cheyene Johnson de 19 años, se acercó a su casero (Alan Bono) y le atisbó unas dieciséis puñaladas con su navaja de bolsillo. 

Bono, el casero, moriría tres horas después en una camilla del hospital. A Johnson, lo atraparon a unos 3 kilómetros de la escena del crimen. Ocho mese más tarde, Arne Cheyene Johnson, estaba de pie ante un jurado, a punto de hacer una declaración donde alegaba su inocencia por estar poseído por unos demonios.

Desde el principio 

Esta historia comienza el 3 de julio de 1980 cuando un joven David Glatzel de tan solo 11 años, se despertaba asustado de una terrible pesadilla. 

En medio de lo gritos, aseguró que "un hombre de grandes ojos negros, con una cara demacrada con rasgos animales, afilados dientes, orejas puntiagudas, cuernos y pezuñas", le dejó un mensaje de advertencia: "Ten mucho cuidado". 

David, no era del tipo de chicos que ve películas de miedo ni mucho menos de los que exageraban mucho las cosas; pero esta pesadilla había traumatizada al muchacho. 

Luego de esa terrible pesadilla, el chico quedó completamente marcado y su carácter cambió radicalmente. 


Su hermana mayor, Debbie; quiso cuidar a su hermano pequeño y le pidió a su novio que la esperase mientras ayudaba a su familia en estos momentos tan difíciles. 

Sí, lo has adivinado, ese novio era Arne

Pese a que la hermana se quedase, la cosa no fue mejorando. David aun seguía teniendo esas aterradoras pesadillas. Ahora, el hombre bestia, había amenazado al muchacho con llevarse su alma pura. 

De pronto una mañana, David empezó a aparecer con extrañas marcas en su cuerpo, arañazos y golpes adornaban su cuerpo otorgándole un aspecto aterrador. 

Al parecer esto ocurría siempre que David, estaba dormido. 

Es cuando los ruidos extraños empiezan a hacer presencia. Todos venían desde el ático, aunque nadie sabía de qué parte. Arne, decidió quedarse ayudando a Debbie en la labor de ayudar a su hermano. 

Arne intentó buscarle una explicación lógica a todos aquellos ruidos, como haría un buen investigador, pero no pudo dar con una respuesta clara. 

Los fenómenos en aumento 

Ya habían pasado muchas noches en las que David aun no dormía como debería hacerlo. Todos estaban desconcertados por el fenómeno. Hasta que la cosa se empezó a poner algo más aterradora si cabe.

David, empezó a decir que durante el día, podía ver al hombre bestia de sus pesadillas. Lo describía como unhombre anciano, de barba blanca y con una camisa de franela en combinación con unos pantalones vaqueros. 

Sin saber ya a quién acudir, la familia Glatzel pidió auxilio a su párroco de la iglesia. Este accedió a ir a su casa. De nada sirvió, ya que esto no parecía hacerle nada al joven

Los extraños ruidos que provenían del sótano, empezaron a ser cada vez más fuertes  y frecuentes que antes. Los sueños de David, era aun más fuertes, sus visiones diurnas, eran cada vez peores. 

Llegado a un punto, David empezó a hacer ruidos extraños con sus cuerdas vocales y a pronunciar dialectos poco frecuentes en chicos de su edad. Lo aterrador de esta parte del caso, es que empezó a pronunciar citas de un libro titulado "Paradise Lost"; un libro que no muchos niños de 11 años lean, créenos. 

Cada noche, un miembro de la familia se quedaba despierto junto a David, para vigilarle. En muchas ocasiones le daban convulsiones y no querían que se quedase solo mientras le ocurría. 

Resumiendo, que el problema de David, había absorbido a todo la familia Glatzel. 

El cura ya sin saber que hacer, decidió llamar a una joven pareja que antes había hecho trabajos para él. Ed y Lorraine Warren.


Los Warren aceptaron el caso y tomaron un pequeño viaje desde Monroe hasta Brookfield, para que el ex agente de policía Ed Warren, pudiera hablar con el chico. Mientras lo hacía, Lorraine, le observaría de cerca. 

Unos cuantos años después Lorraine, contaría a la revista People, lo que vio aquel fatídico día...

"Mientras Ed entrevistaba al chico, pude ver como una bruma oscura se formaba al lado del chico; aquello sin duda era de naturaleza oscura. El muchacho le dijo  a Ed que no soportaba cuando este ser, le cogía del cuello y de sus brazos. Siempre le dejaba marcas. Y en más de una ocasión dijo haber sido golpeado por esta entidad oscura."

Para los Warren, era evidente. David estaba sufriendo una posesión de libro. No se sabe muy bien qué ocurrió luego de esto -la diócesis de Bridgetport, no quiso hablar más nunca del tema- los Warren junto con algunos sacerdotes más llevaron a cabo un exorcismo.


En total fueron 3 los rituales que hicieron falta para liberar a David de los 43 demonios que en el albergaban. 

En uno de estos rituales, Arne, estaba presente. Y con la ira recorriendole su cuerpo, hizo algo que nadie debe hacer, desafiar a los demonios que David - en este caso - tenía en su interior. 

La amenaza no fue cualquiera, les dijo que todos esos demonios eran unos cobardes, incapaces de poder enfrentarse a él

Cuando todo hubo acabado, los Warren llamaron de inmediato a la policía y les pudieron por favor quemantuvieran vigilado a Arne, para que no hubieran sorpresas. 

A medida que el mes de noviembre empezaba - en 1980 -, las cosas parecían ir de maravillas. Los padres por fin llevaron a David a un psicólogo y este le diagnostico un leve síntoma de déficit de atención, y nada más extraño. Aunque David seguía sin poder dormir bien. 

Fue entonces cuando Debbie - la hermana de David - y Arne su novio, se mudaron de nuevo a su apartamento. Como casero tenían a Alan Bono

Un cambio radical

Los días siguieron y David continuaba mejorando poco a poco. Pero Arne estaba empezando a cambiar. 

Durante sus 19 años, jamás se había metido en problemas hasta aquel momento - cuando tenía 17 años, tuvo que dejar el instituto para buscarse un trabajo a jornada completa, y así ayudar a su madre - es más, le compró a su madre un coche con el dinero que había ganado en aquel trabajo. 

Arne era querido por todos, amable y responsable. Hasta aquel día. El día en que amenazó a los demonios que había en David.

Según contó Debbi, Arne entraba en una especie de trance, donde hablaba con un misterioso hombre. Luego de unos días, empezó a tener problemas con las autoridades locales. No era nada del otro mundo, pero raro para aquel joven. 

Fue entonces cuando llegó el 16 de febrero de 1981.

Arne, tuvo una fuerte discusión ese día festivo, con Debbie delante de su prima Wanda quién había aprovechado la ocasión para poder ir a verles. 


En mitad de un desfile interminable - ya en el festival local - se encontraron todos con Alan Bono, su casero. Éste les invitó a unas copas en un bar cercano. 

Dependiendo de donde leas la historia, verás diferentes versiones. Unas dicen que Arne y Alan bebieron más de la cuenta y en otras que fue solo Alan. Fuera como fuese, todos volvieron al festival pero hubo un confito. 

De pronto, Arne empezó a gruñir, a silbar y a tener un comportamiento errático. Debbie se esperaba lo peor y quiso que Wanda y su hija María se fueran de la habitación. Wanda se negó a marcharse. 

Fue en ese momento cuando Arne, apuñaló a Alan en el estómago varias veces y haciéndole una profunda incisión muy cerca del corazón. Antes de marcharse de la estancia, apuñaló varias veces más a Alan. 

El caso abierto

Martin Minnella fue el abogado de Arne, quién insistió en usar el alegato de la posesión como defensa para su inocencia. Lo curioso de todo esto es que Minnela, encontró dos casos de posesión, pero para su desgracia, ninguno de ellos fue llevado a juicio. 

El abogado, pensó que si esto había podido funcionar en un tribunal británico, ¿por qué no iba a funcionar en uno de Estados Unidos?

No le resultó

El juez como era de esperar se negó a tomar como alegato el tema de la posesión demoníaca; a aparte de ese echo, no había pruebas refutables que lo certificaran. 

Con la negativa del juez, Minnela pasó a su plan B, la autodefensa. Tampoco le funcionó del todo. Arne Johnson fue condenado por homicidio; de 10 a 20 años - y tan solo estuvo cinco, por buen comportamiento -. 


 El caso fe tal, que le hicieron una película titulada: "El Caso de Asesinato del Demonio" (The Devil in Connecticut). 

En 2006, se publica un libro que contaba todo sobre el caso. La familia Glatzel demandó tanto al editor como al propio autor, afirmando que no se respetó al confidencialidad de la que habían hablado. 

David y su hermano Carl, afirmaron que lo de la posesión fue un engaño perpetrado por el matrimonio Warren, que según ellos dos, querían dar sensacionalidad al problema mental de David. 

Tanto Lorraine Warren como el propio autor, negaron todo lo dicho por Carl

Todo esto, se resolvió el 16 de febrero de 2012 fuera de los tribunales y curiosamente 31 años después de la muerte de Alan Bono.

No te extrañe, que veas esta historia en la gran pantalla, en una de las muchas secuelas que aun quedan de los Warren. 

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